Es muy raro que el hijo de un paciente con una enfermedad autoinmune también la sufra. Esta circunstancia ocurre en muy pocas ocasiones y, aún así, puede depender de causas muy distintas de la herencia, ya que las personas de la misma familia están sometidas a influjos ambientales comunes, tales como sustancias químicas, medicamentos, alimentos, radiaciones o infecciones por virus, que pueden estar relacionados con una mayor tendencia a distintas enfermedades. No es tampoco de naturaleza infecciosa.